El submarino S-71 Galerna abrió sus compuertas al público en una visita histórica al puerto de Palma, ofreciendo una inmersión única en la historia, el funcionamiento y la vida a bordo de uno de los buques más emblemáticos de la Armada Española.
Palma, 3 de mayo de 2025. El puerto de Palma ha sido testigo de una escena poco habitual: el atraque del submarino Galerna (S-71), el primero de la clase S-70 de la Armada Española, que abrió sus compuertas al público en unas esperadas jornadas de puertas abiertas. Durante varios días, ciudadanos, estudiantes, familias y curiosos pudieron conocer de cerca los secretos del mundo submarino y adentrarse en la memoria viva de la defensa naval española.
Para muchos visitantes, fue una experiencia irrepetible. Recorrer el interior del Galerna, observar su sala de control, los tubos lanzatorpedos, las literas estrechas, la cocina y los sistemas de navegación, fue como entrar en una cápsula del tiempo. La vida a bordo no es fácil, y eso se hace evidente nada más cruzar el umbral del casco: apenas hay espacio para moverse, la iluminación es mínima y el silencio, cuando no lo rompen los sistemas técnicos, es denso.
“Uno aquí aprende a convivir, a ceder, a formar parte de algo que va más allá de uno mismo”, explicaba un suboficial que guía a los visitantes. “Todo lo que ves, cada palanca, cada compresor, tiene una función vital. Este es un entorno donde cada decisión cuenta”.


Especificaciones técnicas del Galerna
El Galerna fue construido por la Empresa Nacional Bazán en Cartagena y botado en 1981, entrando en servicio en 1983. Con una eslora de 67,57 metros, manga de 6,8 metros y un calado máximo de 5,4 metros, está propulsado por motores diésel-eléctricos y puede alcanzar velocidades de hasta 20 nudos en inmersión. Su autonomía puede llegar a más de 30 días bajo el agua. Posee cuatro tubos lanzatorpedos de 533 mm y capacidad para portar hasta 16 armas (torpedos o minas).
Durante los últimos años ha pasado por una importante modernización que le ha permitido seguir operativo hasta la reciente incorporación de los nuevos submarinos de la clase S-80, como el Isaac Peral. Aun así, el Galerna mantiene una fiabilidad técnica y una relevancia estratégica que lo han convertido en uno de los submarinos más longevos de la historia naval española.


La historia del arma submarina en España
El recorrido del Galerna no se puede entender sin repasar la historia de la arma submarina española. En 1888, Isaac Peral diseñó y botó el primer submarino torpedero de propulsión eléctrica del mundo. Aunque su proyecto no fue aprobado por la Marina en su época, sentó las bases de lo que vendría después.
Fue en 1915, con la «Ley Miranda», cuando se creó oficialmente el cuerpo de submarinos de la Armada Española. Desde entonces, se han desarrollado y operado diversas clases de sumergibles: desde los B1 y C1 de las primeras décadas, hasta los actuales S-70 y S-80. El Galerna pertenece a esta cuarta generación de submarinos modernos que operan bajo los estándares de la OTAN.
Uno de los aspectos que más llamó la atención durante la visita en Palma fue la posibilidad de conversar con miembros de la tripulación actual del Galerna. Para ellos, la vida a bordo es una rutina marcada por la disciplina, la paciencia y el compañerismo.

“Los días aquí abajo no se distinguen. No hay ventanas, no sabes si es de día o de noche. Vivimos con turnos muy estrictos y cualquier pequeño fallo puede ser crítico”, explica un técnico de sonar. “Pero también hay momentos de camaradería, bromas entre compañeros, pequeños rituales que nos ayudan a mantenernos cuerdos”.
Las estancias mínimas, los compartimentos técnicos, la falta de espacio personal y el aislamiento prolongado del exterior convierten cada misión en una prueba mental y emocional. No es solo un ejercicio militar, sino una forma de vida. Por ello, quienes han servido en el Galerna a menudo lo describen con orgullo, como una experiencia que los marcó para siempre.

El legado de un submarino legendario
En plena renovación de la flota con los nuevos submarinos S-80, el Galerna sigue cumpliendo funciones esenciales en maniobras de entrenamiento, vigilancia marítima y presencia estratégica. Su reciente aparición en Palma ha servido no solo para dar a conocer su funcionamiento, sino también para despertar una reflexión sobre el papel de la defensa marítima en el siglo XXI.
La Armada Española ha querido acercarse a la ciudadanía con estas jornadas, mostrando no solo el músculo tecnológico del Galerna, sino también la humanidad de quienes lo tripulan. Una mezcla de historia, ciencia, vocación y sacrificio que se concentra bajo las aguas, en el silencio táctico de un casco de acero que ha recorrido miles de millas en defensa de los intereses del país.