Un estudio de la UIB revela que el outsourcing universitario en I+D mejora los resultados de innovación empresarial
Palma, 24 de junio de 2025. Las empresas que colaboran estratégicamente con las universidades obtienen mejores resultados económicos de sus inversiones en innovación. Así lo concluye un estudio liderado por la Universidad de las Islas Baleares (UIB) y publicado en la revista científica Industrial and Corporate Change. Según esta investigación, el outsourcing —la externalización de servicios de investigación o desarrollo a universidades— es clave para maximizar el retorno económico de la innovación.
El autor principal del trabajo, el doctor Abel Lucena, profesor del Departamento de Economía de la Empresa de la UIB, afirma que “este efecto positivo solo aparece cuando la colaboración adopta la forma de outsourcing, y no con cualquier tipo de relación universidad-empresa”. Es decir, si una empresa se especializa internamente en investigación o desarrollo de productos, puede beneficiarse de contratar la fase complementaria a una universidad, accediendo así a conocimiento y recursos especializados que no están disponibles en su organización.

El estudio revela que esta especialización de tareas permite reducir costes de aprendizaje, potenciar la eficiencia empresarial y fortalecer el papel estratégico de las universidades en los mercados de tecnología.
Además, las Oficinas de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de las universidades juegan un papel fundamental como puente entre la comunidad científica y el sector privado. En el caso de la UIB, el número de contratos de I+D+i con empresas privadas gestionados por su OTRI aumentó un 13 % en 2024, alcanzando los 113 contratos, lo que refleja una creciente implicación en la transferencia de conocimiento al tejido productivo.
El análisis se ha realizado a partir de una amplia muestra de datos recogidos por el Panel de Innovación Tecnológica (PITEC) del Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondiente a miles de empresas españolas entre los años 2004 y 2016.
Conclusión: El trabajo demuestra que las universidades no solo son centros de conocimiento, sino que también pueden convertirse en proveedoras estratégicas de servicios de I+D personalizados, capaces de impulsar la competitividad e innovación del sector empresarial. El estudio anima a reforzar este tipo de vínculos a través de políticas públicas y programas empresariales que favorezcan el outsourcing universitario.