La medida busca frenar los daños agrícolas y los riesgos sanitarios derivados del crecimiento descontrolado de estas especies en la isla
Palma, 28 de junio de 2025. El Consell de Mallorca ha aprobado por segundo año consecutivo la emergencia cinegética temporal para el control de palomas torcaces y palomas comunes, tras constatar los perjuicios que su superpoblación está causando en el entorno rural y urbano de la isla. La medida, publicada hoy en el BOIB y promovida por el Departamento de Medio Ambiente, Medio Rural y Deportes, permitirá autorizar su caza durante un periodo extraordinario comprendido entre el 3 y el 31 de agosto.
La resolución responde a la necesidad urgente de reducir la densidad de estas aves, que afectan gravemente a cultivos de cereal, vid y olivo, así como a zonas pobladas, donde generan riesgos sanitarios, deterioro de infraestructuras urbanas y molestias en espacios públicos. Según el vicepresidente segundo y conseller del área, Pedro Bestard, el impacto de estas especies es ya generalizado: “Afectan a toda la isla y están causando graves daños al sector primario, además de trasladar riesgos al entorno humano”.
Desde el Servicio Insular de Caza se ha informado de un aumento constante de las incidencias desde 2021, y se espera cerrar 2025 con cifras récord de afectación, coincidiendo con los periodos de cosecha y maduración de productos clave para el campo mallorquín.
Fechas y condiciones para la caza
La emergencia cinegética establece los siguientes periodos y condiciones:
- Paloma torcaz: podrá cazarse en cotos los días 3, 7, 10, 14, 15 y 17 de agosto.
- Paloma común: podrá cazarse en cotos los días 3, 7, 10, 14, 15, 17, 21, 24, 28 y 31 de agosto, y en terrenos libres los días 21 y 28 de agosto.
La caza deberá realizarse con escopeta o escopeta y perro, respetando los horarios, las zonas de seguridad y el resto de exigencias normativas. Los cotos deberán presentar un informe con las capturas antes del 15 de septiembre.
El Consell ha informado de la medida a las principales asociaciones cinegéticas de la isla y ha agradecido la colaboración de campesinos y cazadores, recordando que la caza regulada “es la herramienta de control más conservativa que existe”.