El sistema que potabiliza agua salada, basado en un diodo osmótico, podría sustituir a la ósmosis inversa al ser más eficiente, sostenible y fácil de implementar
Palma, 8 de agosto de 2025. Un equipo internacional con participación del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid del CSIC (ICMM-CSIC) ha desarrollado un innovador método para desalar agua salada utilizando membranas de nanofiltración activadas por corriente eléctrica alterna, la misma que se usa en los hogares. A diferencia de los sistemas actuales —como la ósmosis inversa o la destilación térmica—, no requiere bombas, alta presión ni grandes consumos energéticos, y puede funcionar con paneles solares o baterías a pequeña escala.
El sistema se basa en el fenómeno del diodo osmótico, que permite que el agua dulce fluya en una sola dirección a través de la membrana, bloqueando sales e impurezas. Además, su estructura microporosa y mesoporosa posibilita una filtración selectiva, conservando minerales beneficiosos como calcio y magnesio.
Ventajas frente a la desalación convencional
El nuevo filtro elimina la necesidad de generar calor o aplicar presión elevada, reduciendo drásticamente el consumo de energía. Según Javier Pérez-Carvajal, investigador del ICMM y coautor del estudio publicado en Nature Materials, «este método difiere fundamentalmente de la ósmosis inversa y la electrodiálisis; aprovechamos la conducción eléctrica para transportar agua bloqueando los iones, con un consumo mucho menor».
El proyecto, liderado por los científicos franceses Lydéric Bocquet y Alessandro Siria, plantea aplicaciones más allá de la potabilización, incluyendo procesos de descontaminación de agua en entornos móviles o desconectados de la red eléctrica. La patente ya está disponible, lo que abre la puerta a su desarrollo comercial como una alternativa rentable, sostenible y adaptable a distintos contextos.