La investigación confirma la existencia de neurogénesis en adultos y alerta de que patologías como la depresión, la esquizofrenia y el trastorno bipolar dañan las fases iniciales del proceso
Madrid, 15 de septiembre de 2025. Investigadoras del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han demostrado que las enfermedades psiquiátricas, como la depresión, la esquizofrenia o el trastorno bipolar, junto con hábitos poco saludables como el consumo de alcohol y drogas, afectan de forma negativa a la capacidad del cerebro humano para generar nuevas neuronas sanas.
El estudio, publicado en la revista Cell Stem Cell, constituye el primer análisis histológico que demuestra la presencia de células madre en división en el cerebro adulto, confirmando así la existencia de la neurogénesis hipocampal adulta. Este proceso, clave para la memoria y el estado de ánimo, permite la formación de nuevas neuronas en el hipocampo a lo largo de toda la vida.
La investigación, liderada por María Llorens-Martín, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM, CSIC-UAM), muestra que los trastornos psiquiátricos alteran de manera selectiva las fases iniciales de la neurogénesis, limitando la proliferación de células madre. “Nuestros resultados demuestran que las etapas iniciales e intermedias de la neurogénesis adulta son especialmente sensibles a estas enfermedades”, explica la investigadora.
Alcohol, drogas y factores de riesgo
El trabajo también revela diferencias en función del sexo y la edad, así como un fuerte impacto del consumo de alcohol y drogas. En personas sanas, incluso una ingesta mínima de alcohol provoca alteraciones significativas; en pacientes psiquiátricos, los efectos se agravan a medida que aumenta el consumo. El uso de drogas intensifica aún más el deterioro del proceso.
Otro hallazgo relevante es la relación entre el estado de los vasos sanguíneos del hipocampo y la capacidad de generar neuronas. Cuanto mayor es la duración de una enfermedad psiquiátrica, mayor es el daño vascular en esta región, lo que repercute de forma negativa en la plasticidad cerebral.
Un horizonte terapéutico
Aunque todavía falta determinar si estas alteraciones son causa o consecuencia de las patologías, el estudio abre la puerta al diseño de estrategias terapéuticas para restaurar la neuroplasticidad en personas con trastornos psiquiátricos. “Nuestros datos podrían sentar las bases para futuras terapias destinadas a prevenir o tratar estas enfermedades”, apunta Llorens-Martín.
La investigación ha contado con la participación de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el CIBERNED, además de financiación del European Research Council (ERC Consolidator Grant), el Ministerio de Ciencia, la BrightFocus Foundation, el Gobierno de México y la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México.