Desde la dirección de Style in Mallorca hasta su actual rol en Consfutur Grup, Catherine López ha tejido una visión coherente y poderosa de la isla como epicentro del diseño, el lujo consciente y la autenticidad
Palma, 14 de noviembre de 2025. En la encrucijada entre el marketing, la moda y la arquitectura, Catherine López ha logrado convertir su visión estética y estratégica en un faro de referencia en Mallorca. Primero con la revista Style in Mallorca, que revolucionó el panorama lifestyle de la isla apostando por la autenticidad, la elegancia mediterránea y una narrativa visual contemporánea. Y ahora, desde su posición como directora de marketing en Consfutur Grup, proyectando esa misma sensibilidad hacia el desarrollo inmobiliario de alto nivel, fusionando diseño, sostenibilidad y emoción.
Catherine no solo comunica marcas: cuenta historias. Historias que tienen raíces en la tierra mallorquina, en sus materiales nobles, en su cultura artesanal y en la forma en que la luz baña cada espacio. A lo largo de esta entrevista, comparte con La Palmesana su experiencia, sus claves para posicionar proyectos con alma y su convicción de que el lujo de verdad reside en lo auténtico.

Foto de Xisco Monserrat @xiscomonserratt
Catherine, como directora de marketing en Consfutur Grup y figura visible en el mundo de la moda (@catherine_styleinmallorca), ¿qué te llevó a involucrarte con la revista Style in Mallorca y cuál es tu visión para el medio?
Style in Mallorca nació de dos fuerzas muy personales: mi amor por la moda y mi amor por Mallorca. Sentí que faltaba una voz distinta: una visión nacida desde dentro, profundamente conectada con la cultura local y con la excelencia creativa que aquí se respira.
Quise construir un medio que dialogara de tú a tú con el lector exigente: moda con criterio, sí, pero también arquitectura, diseño, artesanía y gastronomía desde una estética cuidada y una narrativa mediterránea contemporánea. Style in Mallorca elevó la conversación poniendo en valor la arquitectura que definía nuestro paisaje, la sostenibilidad como lenguaje del lujo actual y la autenticidad como sello de la isla.
¿Cómo integraste tu experiencia en marketing y comunicación en la línea editorial de Style in Mallorca? ¿Existió una “firma” o sello distintivo que procuraste mantener mientras la revista estuvo activa?
En Style in Mallorca apliqué mi experiencia en marketing para crear una línea editorial coherente, estética y con propósito. Nuestra “firma” era clara: elegancia mediterránea, imágenes impecables y contenidos auténticos. No buscábamos solo lo bonito, sino lo relevante y con historia. Esa fue nuestra identidad editorial.

Style in Mallorca fue una de las publicaciones más influyentes en el ámbito lifestyle de la isla. ¿Qué crees que aportó al panorama cultural y social de Mallorca durante sus años de vida?
Style in Mallorca nació cuando la isla ya brillaba, pero faltaba una plataforma que contara su historia con la estética y la ambición que merecía. Mostramos una Mallorca elegante, creativa y cosmopolita, donde la arquitectura, la gastronomía y el arte convivían con un estilo de vida mediterráneo único.
Más que una revista, fuimos un punto de encuentro entre cultura, estilo y visión empresarial, dando visibilidad al talento local y conectando la isla con un público internacional. Ayudamos a consolidar la imagen de Mallorca como un destino de lujo moderno, auténtico y con identidad propia.

Foto de Xisco Monserrat @xiscomonserratt
Mallorca es un escenario muy utilizado por medios internacionales, como Vogue, que ha destacado hoteles gestionados por artistas. ¿Crees que había sinergias entre esos contenidos y lo que publicaba Style in Mallorca?
Sí, totalmente. Cuando Vogue u otros medios internacionales mostraban Mallorca desde la belleza, la arquitectura, la creatividad o el lifestyle consciente, estaban contando la misma historia que Style in Mallorca defendía: una isla sofisticada, con talento, diseño y cultura propia.
En ese sentido, había una sinergia natural. Style in Mallorca ya daba visibilidad a esa Mallorca auténtica y estética que ahora el mundo está descubriendo. Y eso confirma que la isla no era solo un destino turístico, sino un referente creativo global.
Después de tantos años viviendo, trabajando y observando la isla, ¿cómo describirías el estilo y la moda de Mallorca desde tu mirada personal?
El estilo de Mallorca es sencillo y sofisticado a la vez. La moda fue lo que me impulsó a crear Style in Mallorca en 2015, porque aquí había diseñadores y artesanos con muchísimo talento, materiales nobles y procesos cuidados, pero poca visibilidad.
Las primeras ediciones estuvieron muy enfocadas en la moda para darles ese espacio y mostrar una estética mediterránea auténtica. Luego abrimos paso a otros sectores, pero siempre con la misma misión: comunicar la creatividad de Mallorca al mundo y a quienes visitaban la isla.

Foto de Xisco Monserrat @xiscomonserratt
Desde tu experiencia al frente de esa revista, ¿cómo crees que ha evolucionado la manera en que las marcas de lujo o lifestyle comunican en un lugar como Mallorca, tan marcado por el turismo, pero también por la identidad local?
En estos años he visto un cambio muy claro. Al principio, muchas marcas hablaban solo para el turista. Hoy entienden que Mallorca tiene una identidad propia, con historia, artesanía y una cultura mediterránea que merece ser respetada.
Creo que la comunicación se ha vuelto más auténtica y emocional: ya no se vende solo un producto, sino una forma de vivir. Y eso ha hecho que el lujo en la isla sea más real, más consciente y mucho más interesante.
En 2022 cerraste un ciclo para centrarte en tu rol como directora de marketing de Consfutur Grup. ¿Qué te atrajo de este cambio profesional hacia un sector más corporativo y ligado al desarrollo inmobiliario y empresarial?
Sentía que era el momento de un nuevo desafío. En Consfutur encontré la oportunidad de aplicar mi visión creativa en un entorno más estratégico, donde el diseño, la sostenibilidad y la experiencia del cliente son esenciales.
Pasé de contar historias a participar en la creación de proyectos reales que transforman espacios y aportan valor a la isla. Ese reto, más empresarial y a la vez profundamente humano, fue lo que me convenció.
Consfutur Grup gestiona marcas vinculadas al diseño, la arquitectura y la innovación. ¿Cuál es tu estrategia para comunicar ese valor añadido en un mercado cada vez más competitivo como el balear?
Para mí, la clave está en comunicar desde la verdad del producto: calidad, artesanía, sostenibilidad y una estética cuidada. En un mercado competitivo, no basta con decirlo, hay que demostrarlo.
Nuestra estrategia se basa en mostrar procesos, poner en valor al equipo, enseñar cada detalle y transmitir que detrás de cada proyecto hay diseño, innovación y responsabilidad con la isla.
Además, estamos apostando por una comunicación más emocional, más humana y cercana al cliente. Mallorca aprecia la excelencia, pero también la autenticidad. Y cuando una marca combina ambas cosas, el valor añadido se convierte en algo tangible.

Foto de Xisco Monserrat @xiscomonserratt
Desde tu perspectiva, ¿qué papel juega el marketing en el posicionamiento de proyectos inmobiliarios de alto nivel? ¿Es solo una cuestión de imagen o hay una narrativa que contar detrás de cada edificio o espacio?
El marketing va mucho más allá de la imagen. En el segmento de alto nivel, cada proyecto tiene una historia: su arquitectura, los materiales elegidos, la relación con el entorno, la luz, la funcionalidad, la sostenibilidad. El cliente no compra solo una vivienda, compra una forma de vivir.
El marketing ayuda a revelar esa narrativa, a explicar lo que no se ve a simple vista y a transmitir el valor real del proyecto. En un mercado donde todo parece “premium”, la diferencia está en contar la verdad con coherencia: quién lo construye, cómo se hace y por qué ese espacio es único. Esa autenticidad es la que posiciona.
Muchos de los clientes de Consfutur Grup vienen del ámbito internacional. ¿Cómo gestionas la comunicación de marca para un público tan diverso cultural y lingüísticamente?
Aunque trabajamos con clientes de distintos países, el 95% de nuestro público es alemán, por eso nuestra comunicación principal está en alemán. Después, complementamos con inglés y castellano para mantener una imagen accesible y global.
La clave es transmitir calidad, diseño y confianza con un lenguaje visual claro y mensajes que cualquier cliente, sin importar su cultura, pueda entender. Así, la marca mantiene coherencia, pero también cercanía con cada mercado.
Mallorca es un escaparate global, pero también un lugar con una identidad muy fuerte. ¿Cómo equilibras la sofisticación internacional con la autenticidad local en tus campañas?
Para mí, el equilibrio está en respetar la esencia de la isla. Comunicamos con una estética internacional, cuidada y sofisticada, pero mostrando la artesanía, la arquitectura mediterránea, los materiales nobles y el vínculo con el entorno.
Mallorca tiene una identidad propia y no necesita ser disfrazada de nada. Cuando combinas diseño contemporáneo con autenticidad local, la comunicación es honesta y el público lo percibe.
Si pudieras dar un consejo a una marca o negocio emergente que quiera posicionarse en el sector del diseño, lujo o lifestyle en Mallorca, ¿cuál sería el primer paso clave que no deberían pasar por alto?
Conocer realmente al público de Mallorca. Este no es un mercado genérico: es pequeño, exigente y muy especializado. Aquí los clientes valoran la calidad, la discreción, el servicio y la autenticidad. Antes de comunicar, hay que escuchar: entender quién compra, cómo piensa, qué valora y qué rechaza.
Muchas marcas llegaban pensando que era suficiente con una estética bonita, pero en Mallorca eso no funcionaba. La isla tiene un ritmo propio, una cultura mediterránea marcada y un cliente internacional que sabe exactamente lo que quiere. Mi consejo sería estudiar ese contexto y construir una marca que encaje de forma natural en él. Cuando una empresa respeta la esencia de la isla y aporta valor real, entonces encaja.
Con la mirada puesta en el detalle y una comprensión profunda del alma de Mallorca, Catherine López sigue construyendo puentes entre la creatividad y la estrategia, entre lo local y lo global. Su recorrido confirma que cuando se comunican los valores con verdad, estética y propósito, las marcas no solo se posicionan: trascienden. Y Mallorca, con su esencia intacta, sigue siendo el lienzo perfecto para hacerlo.




