La formación, de dos meses de duración, combina dos especialidades muy demandadas por las empresas y abre camino hacia la figura del instalador integral.
Palma, lunes 8 de septiembre de 2025. La Asociación de Empresas Instaladoras de Baleares (ASINEM) y Cruz Roja han presentado el curso de ‘Ayudante de electricidad y fontanería’, una formación considerada de alta demanda en el sector por la combinación de ambas disciplinas. Los asistentes son en su mayoría jóvenes refugiados con poca o ninguna experiencia previa, que encuentran en este programa una oportunidad de formación y empleabilidad.
La presentación, inaugurada por la gerente de ASINEM, Mayra Argüelles, contó con la participación de una docena de alumnos —entre ellos una mujer— procedentes de países como Ucrania, Mali, Egipto o Guinea. La formación, que comenzará el próximo lunes, tendrá una duración de dos meses e incluirá dos semanas de prácticas en empresas del sector, con acompañamiento posterior en el proceso de inserción laboral.

El profesor del curso, Andreu Sánchez, destacó el enfoque práctico desde el primer día: “Nuestro objetivo es que todo os suene cuando vayáis a trabajar, haremos clases prácticas desde el inicio para que os sintáis cómodos en el mundo laboral”.
Este curso busca formar el perfil de instalador integral, cada vez más demandado por las empresas, capaz de asumir proyectos completos desde el diseño hasta la puesta en marcha. “En un año se pueden transformar vidas”, afirmó Pilar Avellán, orientadora del Programa de Refugiados de Cruz Roja, alentarando a los alumnos a aprovechar esta oportunidad.
Gracias a este tipo de colaboraciones, ASINEM logra insertar en el mundo laboral a más de 150 personas cada año, consolidándose como un puente sociolaboral y como centro de FP acreditado por el SOIB.
El convenio entre ASINEM y Cruz Roja combina orientación, capacitación y prácticas profesionales, asegurando que los alumnos reciban una formación adaptada a las necesidades reales del mercado laboral. Desde Cruz Roja se destacó que “la gran mayoría de personas que realizan estas prácticas acaban trabajando en las empresas”.
La iniciativa se enmarca en el concepto de Comunidad Profesional que promueve ASINEM desde su fundación en 1977, con más de 575 miembros, defendiendo la profesionalidad, la formación continua y la inclusión social en el sector de las instalaciones.