Una tesis doctoral de la UIB advierte de los efectos en la salud física y emocional de los jóvenes y propone implicar a las escuelas y políticas públicas en la prevención.
Palma, 22 de octubre de 2025. La tesis doctoral de Laura Capitán Moyano, defendida recientemente en la Universidad de las Islas Baleares (UIB), revela un dato alarmante: el 40% de los adolescentes de Palma vive algún grado de inseguridad alimentaria, entendida como la falta de acceso regular a una alimentación suficiente, segura y adecuada. Además, casi un 9% de los encuestados se encuentra en una situación moderada o grave.
El estudio, realizado en el marco del grupo de investigación Salud Global de la UIB, analiza las condiciones familiares, el entorno social y los factores emocionales de 600 estudiantes de secundaria de la capital balear. Los resultados muestran que los adolescentes que sufren inseguridad alimentaria presentan peor calidad de vida y mayores sentimientos de soledad y exclusión, mientras que aquellos con entornos comunitarios positivos gozan de mayor bienestar.
Un problema social con múltiples causas
Según la investigación, las causas de la inseguridad alimentaria son diversas y están interconectadas: las dificultades económicas familiares, el origen migrante, la convivencia con otros menores, el escaso apoyo social o la falta de políticas públicas eficaces. El estudio también apunta que el cambio climático y las desigualdades estructurales agravan la situación.
En palabras de la investigadora, «no se trata solo de comer, sino también de dignidad, de apoyo social y de justicia». Capitán Moyano subraya que las escuelas, pese a sus limitaciones, podrían desempeñar un papel clave en la prevención y detección de los casos, y considera fundamental diseñar políticas más equitativas y sensibles al contexto local.
Un enfoque socioecológico
La tesis, titulada “Inseguridad alimentaria en adolescentes: prevalencia en Palma de Mallorca y análisis de los factores del entorno desde un enfoque socioecológico”, ha sido dirigida por los doctores Aina Maria Yáñez Juan, Enrique Castro Sánchez y Miquel Bennasar Veny, dentro del Programa de Doctorado en Salud Global, Servicios de Salud y Atención Sociosanitaria de la UIB.
El trabajo concluye que la inseguridad alimentaria es un problema real en Palma y que afecta directamente al bienestar físico y emocional de los adolescentes, reclamando medidas urgentes que incorporen la voz de los propios jóvenes para construir soluciones sostenibles y justas.