Un estudio del IFISC (CSIC-UIB) y del Grupo Tragsa muestra que el riesgo de expansión de esta infección mortal de la vid es mucho mayor del que se estimaba hasta ahora, especialmente en Europa y Sudáfrica.
Palma, 4 de octubre de 2025. Un nuevo estudio liderado por científicos del Instituto de Física Interdisciplinaria y Sistemas Complejos (IFISC, CSIC-UIB) y del Grupo Tragsa advierte que los viñedos de todo el mundo enfrentan una amenaza creciente de la enfermedad de Pierce, una infección mortal causada por la bacteria Xylella fastidiosa.
La investigación, publicada en la revista Scientific Reports, demuestra que el uso de datos climáticos de alta resolución modifica drásticamente las predicciones sobre el potencial de propagación de este patógeno, revelando un riesgo global mucho mayor que el estimado anteriormente. El estudio destaca un aumento especialmente significativo en Europa y Sudáfrica, dos regiones vitivinícolas clave.
«La enfermedad de Pierce ha sido durante mucho tiempo un problema en América del Norte, pero nuestros resultados muestran que el cambio climático está creando ahora condiciones favorables para su expansión en otras grandes regiones vitivinícolas», explica Álex Giménez-Romero, investigador del IFISC y primer autor del estudio. «En Europa, tras analizar más de 100.000 viñas, la proporción de viñedos en riesgo pasa del 22% al 41% cuando se emplean datos de alta resolución».
El trabajo pone de relieve la importancia de los microclimas —especialmente en valles fluviales y terrenos montañosos— donde se ubican muchas de las viñas más prestigiosas del mundo. Regiones como el Duero (Portugal), el Ródano (Francia) o Napa (California) muestran un aumento notable del riesgo cuando se consideran variaciones locales de temperatura y precipitaciones. «Los microclimas que favorecen una uva de gran calidad también crean condiciones ideales para el patógeno y sus insectos vectores», apunta Eduardo Moralejo, coautor e investigador del Grupo Tragsa.
El estudio advierte de que el ritmo de expansión del riesgo casi duplica las estimaciones previas cuando se incorporan datos climáticos detallados, lo que supone graves implicaciones económicas para el sector vitivinícola global, que solo en California ya pierde más de 100 millones de dólares anuales debido a esta enfermedad.
«Nuestros resultados demuestran que los conjuntos de datos climáticos poco detallados subestiman sistemáticamente el peligro de las enfermedades emergentes de las plantas», señala Manuel A. Matías, investigador del IFISC y coautor del estudio. «La información de alta resolución es esencial no solo para la investigación científica, sino también para diseñar políticas y reforzar los controles fitosanitarios en el comercio de plantas».
Los investigadores alertan de que el sur de Europa es especialmente vulnerable, ya que la enfermedad de Pierce ya ha sido detectada en Mallorca y Portugal, e instan a reforzar la vigilancia, endurecer las normativas sobre el movimiento de plantas y adoptar de forma más generalizada el uso de datos climáticos a escala fina en la gestión de riesgos agrícolas.
El estudio representa un avance clave en la conexión entre climatología y epidemiología vegetal, demostrando cómo los datos ambientales detallados pueden mejorar radicalmente la comprensión y prevención de las amenazas que afectan a la seguridad alimentaria mundial.