El informe concluye que la maquinaria agrícola es la principal fuente de emisiones y que la eficiencia energética, las energías renovables y la agricultura regenerativa son claves para la descarbonización del sector.
Palma, 3 de noviembre de 2025. El sector agrario de Mallorca podría reducir hasta un 16 % sus emisiones de gases de efecto invernadero en un plazo de cinco años, según las conclusiones del diagnóstico de la huella de carbono de las explotaciones agrarias impulsado por Mallorca Rural y cofinanciado por fondos FEADER, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural del Govern.
El estudio, basado en una muestra de 30 explotaciones de toda la isla —representativas de distintos modelos productivos como horticultura, viñedo, ganadería y fruto seco—, señala que la maquinaria agrícola constituye la principal fuente de emisiones, seguida del uso de refrigerantes, la ganadería y los fitosanitarios. Aun así, el sector agrario balear solo representa el 2,8 % de las emisiones totales de las Illes Balears, pese a gestionar más de la mitad del territorio no urbanizado.
Entre las conclusiones más destacadas, el estudio apunta que la mejora de la eficiencia energética, una gestión optimizada de fertilizantes y estiércoles, y la incorporación de energías renovables permitirían una reducción sustancial de las emisiones antes de 2030. También se resalta el potencial de la agricultura regenerativa para actuar como sumidero de carbono, ofreciendo oportunidades de compensación a otros sectores económicos.
El conseller de Agricultura, Pesca y Medio Natural, Joan Simonet, ha subrayado el valor del informe como evidencia del papel positivo del sector en la lucha contra el cambio climático: “Este estudio confirma que el sector primario es parte de la solución climática. Los campesinos de Mallorca emiten poco, pero protegen mucho: cuidan el territorio, fijan CO₂ y garantizan alimentos de proximidad”.
Simonet ha reafirmado el compromiso del Govern con la transición energética y tecnológica del campo balear, señalando que “se impulsará la incorporación de maquinaria más eficiente, el autoconsumo con renovables y las prácticas sostenibles que permitan producir más con menos impacto ambiental”.
Por su parte, el vicepresidente de Mallorca Rural, Jordi Mora, ha destacado la importancia del diagnóstico como herramienta estratégica: “Las explotaciones mallorquinas ya están avanzando hacia la sostenibilidad. Este estudio proporciona una base técnica sólida para acceder a nuevas inversiones y generar ingresos mediante la valorización ambiental y la circularidad”.
Las conclusiones del diagnóstico se integrarán en las futuras estrategias de descarbonización agraria y adaptación al cambio climático en las Illes Balears, reforzando el papel del sector primario como motor de resiliencia territorial, sostenibilidad y economía baja en carbono.



                                    

