La Conselleria de Agricultura actualiza los pliegos de condiciones para reforzar el vínculo territorial de los vinos, mejorar su adaptación climática y reducir cargas administrativas al sector.
Palma, diciembre de 2025. El Govern de les Illes Balears ha aprobado la modificación de los pliegos de condiciones de la IGP Mallorca y de la DOP Pla i Llevant con el objetivo de adaptar la normativa vitivinícola a los efectos del cambio climático, reforzar la identidad territorial de los vinos y avanzar en la simplificación administrativa del sector. Los cambios, impulsados por la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural a través de la Dirección General de Calidad Agroalimentaria y Producto Local, han sido publicados en el BOIB tras un trabajo consensuado con el sector y respaldado por estudios científicos.
En el caso de la DOP Pla i Llevant, la modificación reduce el valor mínimo de acidez total de los vinos tranquilos y espumosos hasta 3,5 gramos por litro de ácido tartárico. Esta medida responde al incremento sostenido de las temperaturas durante el periodo de maduración de la uva, que en las últimas tres décadas ha provocado una disminución natural de la acidez de los mostos, según un estudio elaborado por la Universitat de les Illes Balears (UIB).
El director general de Calidad Agroalimentaria y Producto Local, Joan Llabrés, ha señalado que esta adaptación normativa «permite reducir la necesidad de correcciones artificiales de acidez, que pueden generar problemas de estabilidad y alterar las características organolépticas del vino, sin afectar negativamente a su calidad». Llabrés ha añadido que la medida se alinea con otras denominaciones de origen de territorios con condiciones climáticas similares, como algunas de Cataluña y la Comunidad Valenciana.

La modificación incluye también una importante medida de simplificación administrativa, al eliminar la obligación de renovar anualmente las autorizaciones para indicar la añada y la variedad en los vinos sin DOP ni IGP. Según Llabrés, «la experiencia de más de quince años de gestión demuestra que este requisito no es necesario y que la Administración dispone de herramientas suficientes para actuar ante posibles usos indebidos del etiquetado».
Por lo que respecta a la IGP Mallorca, el nuevo pliego de condiciones autoriza la incorporación de tres variedades locales de uva: escursac, giró negre y esperó de gall, todas ellas con presencia documentada en la isla desde el siglo XIX y con un fuerte arraigo histórico. Estas variedades han sido objeto de un proceso de recuperación en las últimas décadas y han demostrado su potencial enológico.
«Los vinos elaborados con estas uvas han alcanzado altos niveles de calidad y reconocimiento por parte de la crítica especializada, con buenas puntuaciones en guías de prestigio», ha destacado Llabrés. Además, aportan perfiles aromáticos diferenciados, especialmente notas de frutos rojos, y permiten obtener vinos con graduaciones alcohólicas más moderadas, en consonancia con las tendencias actuales del mercado. En el caso del escursac, también se ha acreditado una alta eficiencia hídrica, un aspecto clave en el actual contexto climático.
La actualización normativa contempla asimismo una revisión de la descripción del color de los vinos tintos, para reflejar mejor la realidad del sector. En los últimos años, las variedades autóctonas han ganado peso hasta el punto de que en 2024 más del 50 % de las partidas calificadas incorporaban mayoritariamente uva local, dando lugar a vinos con capas de color más variables, sin que ello suponga una merma de calidad o prestigio.
Con estas modificaciones, el Govern reafirma su apuesta por un sector vitivinícola más resiliente al cambio climático, profundamente arraigado al territorio, competitivo y con menor carga burocrática, reforzando al mismo tiempo la identidad y la excelencia de los vinos de las Illes Balears.





