Un estudio del CSIC demuestra que la lactancia exclusiva durante el primer mes reduce la presencia de genes resistentes a antimicrobianos
Palma, 8 de julio de 2025. La lactancia materna exclusiva durante el primer mes de vida tiene un efecto protector frente a la aparición de bacterias con genes de resistencia a los antibióticos, según un estudio liderado por el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC) y publicado en la revista Nature Communications. Esta protección se debe al impacto de la lactancia sobre la microbiota intestinal del bebé, en especial por el aumento de bifidobacterias, que están asociadas a una menor carga de genes de resistencia y de microorganismos patógenos.
El trabajo forma parte del proyecto Mainbiotics, en colaboración con el Instituto de Biología Funcional y Genómica (IBFG, CSIC-Universidad de Salamanca), el Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV-CSIC) y otras entidades. Los datos proceden de 66 bebés y sus madres de la cohorte MAMI, un estudio que analiza el desarrollo de la microbiota desde el nacimiento hasta los seis años en la Comunitat Valenciana.
Bifidobacterias como escudo protector
Los investigadores han demostrado que la lactancia materna favorece la presencia de bacterias del género Bifidobacterium, claves en la protección intestinal. “Una alta presencia de bifidobacterias se asocia con un resistoma menos diverso y con menor carga de genes resistentes”, señala Mª Carmen Collado, investigadora del IATA-CSIC y líder del estudio. Por el contrario, una baja presencia de estas bacterias se vincula a un microbioma más diverso y con más microorganismos patógenos.
El estudio también revela que la lactancia exclusiva puede contrarrestar los efectos de un nacimiento por cesárea, como la menor transferencia de bacterias beneficiosas o la exposición precoz a antibióticos. Los bebés nacidos por cesárea y alimentados solo con leche materna presentaban niveles de genes resistentes similares a los nacidos por vía vaginal.
Implicaciones a largo plazo
“Interrumpir la lactancia antes de los seis meses se asocia con un aumento de genes resistentes, lo que podría dificultar el tratamiento de futuras infecciones”, advierte Anna Samarra, investigadora predoctoral y primera autora del estudio. “Nuestros resultados muestran que la lactancia exclusiva no sólo beneficia al bebé en el presente, sino que también influye en su salud intestinal futura”.
Prevención desde el inicio de la vida
La doctora Cecilia Martínez Costa, jefa del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de València, destaca que “estos hallazgos aportan evidencia sobre la importancia de la lactancia materna tanto para la salud del bebé como para combatir la resistencia a los antibióticos, uno de los grandes retos actuales”.
Para llevar a cabo el estudio, se han combinado análisis clínicos, metagenómicos y antropométricos, con la colaboración de los investigadores Iñaki Comas y Alberto Marina del IBV-CSIC. La investigación se enmarca en los proyectos europeos y nacionales NeoHealth y Microglocal, financiados por la Generalitat Valenciana a través del programa Prometeo.