Un estudio del CSIC describe por primera vez la morfología de estos diminutos conductos vasculares, relacionados con la respuesta inmunitaria e inflamatoria del cerebro.
Mallorca, 28 de agosto de 2025. Un hallazgo pionero liderado por el paleoneurobiólogo Emiliano Bruner, del Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC, ha descrito con detalle la red de microcanales vasculares presentes en la superficie interna del cráneo humano. El estudio, publicado en American Journal of Biological Anthropology, se basa en el análisis de 94 cráneos humanos de mediados del siglo XX procedentes del norte de España.
Estos pequeños conductos, denominados microforámenes, miden entre 0,03 y 2 milímetros y conectan la capa interna esponjosa del hueso (diploe) con la cara endocraneal, en contacto con las meninges. Su descripción anatómica, realizada ahora por primera vez mediante observación directa, abre nuevas vías de investigación tanto para la medicina neurológica como para la antropología evolutiva.
Bruner señala que la distribución de los microcanales varía entre individuos: algunos cráneos presentan solo unos pocos, mientras que otros llegan a tener cientos. Se concentran sobre todo en la parte posterior de los huesos parietales, a lo largo de la sutura sagital, y en áreas vinculadas a las arterias meníngeas medias.
Aunque su función exacta todavía no está definida, los expertos plantean varias hipótesis: podrían permitir el paso de células inmunitarias hacia el cerebro, contribuir a la regulación térmica o estar implicados en el sistema glinfático, encargado de limpiar toxinas durante el descanso. La alteración de este sistema se ha vinculado a patologías como el Alzheimer, el ictus o la depresión.
Más allá de la medicina, el descubrimiento también tiene relevancia evolutiva. Estas estructuras se han identificado en fósiles de Homo antecessor y neandertales, lo que confirma su presencia en la evolución humana durante cientos de miles de años. Bruner propone incluso un nuevo campo de estudio, la paleoangiología, dedicado a la anatomía vascular en especies extintas.
El investigador subraya que el siguiente paso será estudiar las diferencias en función de la edad, el sexo o el origen poblacional, así como profundizar en su papel con tecnologías avanzadas como la microtomografía. “El posible significado médico es, sencillamente, enorme”, concluye Bruner.