El vehículo, con un alto valor patrimonial, pasará a formar parte del Museo de los Bombers de Palma en Son Malferit
Palma, 4 de junio. La Junta de Govern del Ajuntament de Palma ha aprobado formalmente la adquisición del primer coche de bomberos de la ciudad, un histórico Hispano Suiza Auto Tanc 40/50 de principios del siglo XX, que pasará a formar parte del Museo de los Bombers de Palma, ubicado en el parque de Son Malferit. La compra, autorizada inicialmente en marzo, se ha cerrado por un importe de 100.000 euros, con el objetivo de preservar este testimonio único del patrimonio industrial y de los servicios públicos de la ciudad.
Este vehículo es una auténtica joya de la historia del automóvil y de la extinción de incendios en España, fabricado por Hispano Suiza, una de las marcas más prestigiosas de principios del siglo XX, reconocida por su excelencia mecánica, elegancia y durabilidad.
Un vehículo singular: Hispano Suiza Auto Tanc 40/50
El Hispano Suiza Auto Tanc 40/50 es un modelo diseñado originalmente como chasis de lujo, que fue adaptado como vehículo de intervención para los bomberos. Algunas de sus características destacadas:
- Motor: V8 de gran cilindrada, con una potencia aproximada de 60 CV, que lo convertía en un vehículo potente para su época.
- Carrocería: de tipo camión adaptado, con espacio para transportar una dotación de bomberos y sus herramientas.
- Depósito de agua: de gran capacidad (de ahí el nombre “Auto Tanc”), destinado a intervenciones en incendios urbanos.
- Sistema de bombas: integrado en el propio vehículo, probablemente impulsado por el mismo motor, para permitir la presión necesaria en la manguera.
- Estilo: manteniendo la línea elegante y robusta de los Hispano Suiza, con detalles en latón, ruedas macizas y un diseño que hoy sería considerado artístico.

De desguace a patrimonio histórico
En 1970, el Ajuntament de Palma aún lo tenía valorado e inventariado por 70.000 pesetas, pero un año más tarde fue enviado al desguace, donde permaneció abandonado durante dos décadas. Fue entonces cuando el coleccionista Antoni Batle lo rescató y restauró con esmero, devolviéndole su aspecto original y conservando su integridad mecánica y estética.
Con su incorporación al museo, Palma recupera un símbolo de su memoria urbana y de la evolución de los servicios públicos, además de una pieza excepcional dentro del patrimonio del automovilismo clásico español.
La adquisición refuerza el compromiso del Ayuntamiento con la conservación de la historia local y el enriquecimiento del Museu dels Bombers, un espacio que continúa creciendo como referente de la historia de la extinción de incendios en Baleares.