La entidad vecinal reclama una intervención inmediata y pide que se actúe durante la próxima fase del programa municipal “Palma a Punt”, prevista del 17 al 31 de diciembre.
Palma, 10 de diciembre de 2025. La asociación Pere Garau Saludable ha remitido a EMAYA y a la Oficina Antigrafitis un informe exhaustivo de 50 páginas que documenta 326 pintadas vandálicas en espacios públicos y mobiliario urbano del barrio. El dossier es fruto de una acción cívica realizada por voluntariado el pasado 6 de diciembre, y pretende visibilizar la magnitud del deterioro que sufre una de las zonas más pobladas de Palma.
El informe identifica los puntos más afectados, entre ellos la calle Aragó (42 elementos vandalizados), la plaza Pere Garau (35) y Nuredduna (30), áreas de alta afluencia y gran visibilidad tanto para residentes como para quienes cometen estas acciones incívicas. Desde la entidad recuerdan que corresponde a Cort la limpieza de las pintadas vandálicas en el espacio público, una tarea que, según denuncian, llega «de forma tímida» al barrio.

La asociación insiste en que la única estrategia eficaz para frenar el deterioro urbano es la intervención rápida: «Pintada hecha, pintada borrada. Elemento dañado, elemento reparado». Alertan de que la falta de respuesta institucional alimenta el efecto dominó del incivismo y agrava la degradación del entorno.
Con este informe, Pere Garau Saludable colabora con la cuarta fase del programa “Palma a Punt”, que actuará en el barrio entre el 17 y el 31 de diciembre. La entidad considera que ahora ya no existen excusas para no eliminar las pintadas detectadas y anuncia que realizará un seguimiento puntual a la respuesta municipal.
La asociación tiende además la mano a Cort para impulsar un plan piloto integral en la barriada más poblada de Palma y reitera su voluntad de diálogo y colaboración: «Pere Garau merece el cuidado y la atención que corresponde a su realidad demográfica y social».
El colectivo recuerda los cuatro ejes de su estrategia “Pere Garau, barri saludable”:
+ Limpieza y medios, adecuados a la densidad poblacional del barrio.
+ Concienciación, mediante campañas adaptadas a la diversidad sociocultural del vecindario.
+ Vigilancia, reforzando el papel de los controladores medioambientales de EMAYA.
+ Sanciones, para reducir la reiteración de conductas incívicas.





