Una infraestructura estratégica que permitirá tratar 21.000 toneladas de residuos orgánicos al año y que supondrá una inversión total de 30 millones, 20 de los cuales serán financiados con fondos europeos.
Llucmajor, 19 de febrero de 2025. El presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, ha colocado este miércoles la primera piedra de la nueva planta de compostaje para la fracción orgánica de residuos municipales (FORM) en Llucmajor, una infraestructura clave para mejorar la gestión de residuos en la isla.
Este proyecto cuenta con una inversión total de 30 millones de euros, de los cuales 20 millones serán sufragados con fondos europeos Next Generation, gestionados por la institución insular.
La futura planta permitirá procesar hasta 57 toneladas de residuos orgánicos al día, lo que se traduce en 21.000 toneladas anuales de residuos tratados, generando un compost de alta calidad que podrá utilizarse en campos y jardines de la isla.
Durante el acto, Galmés ha destacado que esta instalación facilitará el cumplimiento de los objetivos de reciclaje de la UE y reafirma el compromiso del Consell en su apuesta por un modelo de residuos cero en Mallorca.
Un avance en la gestión de residuos de Mallorca
El conseller de Medio Ambiente, Pedro Bestard, ha enfatizado la importancia de implicar a toda la sociedad en este esfuerzo por mejorar los niveles de reciclaje en la isla, destacando el papel clave de hogares, empresas y comercios.
La planta se construirá en una parcela reservada dentro del Plan Director Sectorial de Residuos No Peligrosos de Mallorca y ocupará una superficie de 36.000 metros cuadrados.
Financiación y plazos
El Consell de Mallorca ha trabajado desde el inicio de la legislatura para agilizar este proyecto. El contrato con TIRME, la empresa concesionaria del servicio de gestión de residuos de Mallorca, se formalizó el 16 de noviembre de 2023 y permitió asegurar los primeros 4,9 millones de euros de fondos europeos. Posteriormente, en julio de 2024, la institución insular logró 14,2 millones adicionales, alcanzando así los 20 millones de financiación europea para esta infraestructura clave.
Se espera que la planta entre en funcionamiento en 2026, reforzando la capacidad de Mallorca para procesar residuos orgánicos de manera sostenible.
Un proceso de compostaje eficiente y ecológico
El compostaje que se llevará a cabo en la planta será un proceso biológico aerobio, en el que se controlarán la ventilación, humedad y temperatura para transformar los residuos orgánicos en un compost estable e higienizado, listo para su uso en la regeneración de suelos.
Los residuos tratados incluirán desechos biodegradables de cocinas, restaurantes y mercados, complementados con material estructurante proveniente de parques y jardines, con una previsión de 16.109 toneladas anuales de este tipo de residuos.
La planta contará con un reactor especializado, donde se realizarán las fases de fermentación y maduración, asegurando un proceso eficiente y respetuoso con el medio ambiente.
Un proyecto estratégico para Mallorca
El Consell de Mallorca ha declarado esta obra como infraestructura de interés general, mientras que el Govern de les Illes Balears la ha calificado como proyecto estratégico, lo que permitirá agilizar su desarrollo y garantizar su éxito.