El maestro del shakuhachi ofreció una ceremonia sonora de introspección y espiritualidad ante un público entregado
Palma, 30 de junio de 2025. La Fundació ACA vivió el pasado sábado una velada musical inolvidable de la mano del reconocido flautista Rodrigo Rodríguez, uno de los mayores exponentes internacionales del shakuhachi, la flauta japonesa de bambú. Ante una sala llena y un ambiente de recogimiento, el artista ofreció un recital centrado en los honkyoku, piezas tradicionales profundamente vinculadas a la práctica del budismo Zen.
Desde el primer sonido, la atmósfera se transformó en un espacio de contemplación. El dominio del tempo libre, la respiración consciente y la precisión expresiva de Rodríguez crearon una experiencia que trascendió lo musical. Cada nota emergía del silencio para regresar a él, como si la propia flauta susurrara desde lo más profundo del alma.
Más que un concierto, fue una auténtica ceremonia sonora. Sin necesidad de artificios ni acompañamientos, el flautista desplegó una interpretación fiel a la tradición, con una presencia escénica sobria y respetuosa. El shakuhachi, con su timbre inconfundible y su capacidad de evocar paisajes interiores, se convirtió en vehículo de introspección y espiritualidad.
El vínculo entre intérprete y público se construyó en la intimidad del silencio, en cada pausa y cada aliento. Al final del recital, una larga ovación emocionada selló una noche en la que la música tradicional japonesa demostró su capacidad de traspasar fronteras culturales y conectar con lo más íntimo del ser humano.
La actuación de Rodrigo Rodríguez en la Fundació ACA reafirma su lugar como un puente entre culturas, un intérprete que entiende el shakuhachi no solo como instrumento, sino como camino de vida y meditación sonora.