La medida preventiva busca evitar riesgos para las personas, proteger la cabra salvaje mallorquina y preservar el equilibrio ecológico en espacios naturales.
Palma, 11 de noviembre de 2025. El Departamento de Medio Ambiente, Medio Rural y Deportes del Consell de Mallorca ha aprobado una resolución que prohíbe alimentar o atraer con comida a las cabras salvajes y asilvestradas en lugares frecuentados por el público, como miradores, aparcamientos, calas y otras zonas turísticas. La iniciativa responde a la necesidad de controlar un problema creciente que afecta a muchas áreas de la isla y que ha generado riesgos para la salud pública, la seguridad y la fauna local.
El conseller de Medio Ambiente, Medio Rural y Deportes, Pedro Bestard, presentó este martes la medida colocando uno de los nuevos carteles informativos que advierten de la prohibición. Según explicó, «con esta resolución avanzamos en la gestión responsable de la fauna de Mallorca y queremos evitar comportamientos que, aunque parten de una buena intención, pueden provocar riesgos para las personas o efectos negativos para el propio animal».
Bestard recordó que alimentar a las cabras altera su comportamiento natural, genera dependencia, favorece la concentración anómala de ejemplares y puede causar episodios de agresividad. «Con esta medida queremos garantizar la convivencia entre la fauna y las personas, proteger a la cabra salvaje mallorquina y mantener el equilibrio ecológico de nuestros espacios naturales», añadió.
El Consell alerta de que, en los últimos años, la presencia de cabras en zonas urbanizadas y turísticas se ha incrementado, especialmente en los meses de verano, debido a la búsqueda de alimento y agua. Estos animales descienden de las montañas atraídos por jardines, papeleras y zonas verdes, lo que genera conflictos entre residentes y visitantes, riesgos viales y daños en el entorno natural.
Señalización y sanciones
La resolución, publicada en el Boletín Oficial de las Islas Baleares, establece un modelo oficial de señalización informativa con el mensaje trilingüe «Prohibit alimentar les cabres / Prohibido alimentar a las cabras / Do not feed the goats». Estas señales podrán ser instaladas por propietarios, arrendadores, responsables de establecimientos o trabajadores en los lugares más afectados, como miradores y aparcamientos.
El documento también recuerda que incumplir la prohibición conlleva sanciones, según lo establecido en la Ley balear de caza y pesca fluvial, aunque quedan excluidos los titulares de cotos que actúen bajo las normas cinegéticas autorizadas.
A la colocación de los primeros carteles asistieron, junto a Bestard, el presidente de la Fundación Rotger Villalonga, Pere Antoni Borràs, su gerente Joan Comas, los gestores de caza del coto de Cala Murta, Gabriel Santacreu y Gabriel Canaves, el responsable agrícola Joan Vanrell, y el jefe del servicio de Caza, Dr. Bartomeu Seguí, acompañados de agentes de Medio Ambiente.
La Fundación Rotger Villalonga, entidad sin ánimo de lucro propietaria de Cala Murta (Pollença), colabora activamente en la protección ambiental y patrimonial de esta finca emblemática, y ha mostrado su apoyo a la medida, que refuerza el compromiso del Consell de Mallorca con una gestión sostenible y responsable de la fauna insula




