El navegante mallorquín zarpa en solitario desde La Palma con destino a Guadalupe, donde espera llegar en unos 18 días a bordo del “Cristalmina-Majorica”.
Palma, 25 de octubre de 2025. El navegante oceánico Hugo Ramón, del Real Club Náutico de Palma (RCNP), ha zarpado hoy a las 16:00 horas desde Santa Cruz de La Palma para afrontar la segunda y decisiva etapa de la Mini Transat, una de las regatas más duras y emblemáticas del mundo, que une las islas Canarias con Guadalupe, en el Caribe. La travesía, en solitario, sin asistencia ni cartas electrónicas, a bordo de veleros de apenas 6,50 metros de eslora, cubre un recorrido aproximado de 2.500 millas náuticas.
La primera etapa, entre Les Sables d’Olonne (Francia) y La Palma, tuvo que ser suspendida debido a la amenaza del huracán Gabrielle, que obligó a desviar la flota hacia puertos seguros en Portugal. Por tanto, la clasificación final se decidirá únicamente en esta travesía atlántica de este a oeste.
Ramón participa con el Cristalmina-Majorica, un Mini del astillero Vector, tras cuatro años de intensa preparación. “Por fin ha llegado el gran día”, declaró antes de la salida. “El 25 de octubre era una fecha marcada en el calendario. Dejo atrás muchos años de trabajo y esfuerzo para alcanzar la conciencia plena durante 18 días de travesía, en solitario, sin asistencia ni comunicación”. En total, 88 regatistas compiten en las categorías Series y Prototipos.
El mallorquín explicó que las condiciones iniciales serán lentas: “Los dos primeros días no habrá viento, pero después tendremos que navegar unos 90 grados fuera de la ruta directa para buscar los alisios al sur, bordear un anticiclón y poco a poco irnos aproximando a Guadalupe”. Sobre la estrategia, añadió que “en la navegación oceánica a veces se invierten millas para ganar tiempo. Estaremos muy lejos de la ruta directa, pero ese será el camino más beneficioso. Son análisis matemáticos previos que iremos ajustando con los pocos medios que permite el reglamento: el barómetro, las nubes y el viento”.
Con tres participaciones anteriores en la Mini Transat (2005, 2007 y 2009) y una vuelta al mundo completada en 2012, Hugo Ramón encara esta edición con la ilusión intacta: “Dentro de media hora dejaré el teléfono y estaré casi 20 días sin hablar con nadie, algo difícil para mí. Espero haber cumplido todo lo que me había propuesto”.
Antes de partir, el navegante quiso dedicar un mensaje especial a su club: “Nada me haría más feliz al llegar a Guadalupe que recibir la noticia de que el Real Club Náutico de Palma, el club donde me he formado y que ha hecho posible cumplir mis sueños, haya renovado su concesión para seguir fomentando el deporte y la cultura marítima”. La renovación de dicha concesión, actualmente pendiente de una sentencia judicial, podría conocerse en los próximos días.





